Artie y Diane Decker, un matrimonio en edad de jubilación que, tendrá que desempolvar el manual de cómo educar a los niños. Su hija, pide ayuda a Artie para que se encargue de sus tres hijos mientras ella permanece fuera de la ciudad por motivos de trabajo. Una propuesta a la que, por el bien de su relación, el abuelo no puede negarse. El matrimonio pasará así unos días con sus nietos, intentando educarles lo mejor posible, aunque no será nada fácil. El estilo de vida que llevan, lleno de estrés por las tareas del colegio entran en conflicto con sus ideales y la casa pierde su anterior tranquilidad para siempre. Artie y Diane tendrán que aprender técnicas novedosas para aplicarse ellos mismos y poder así transmitírselas a sus nietos.

A Pitufina le parece que todos los demás habitantes de la aldea tienen un propósito: Papá Pitufo (dirigir), Pitufo Panadero (preparar pan y pasteles), incluso Pitufo Gruñón (gruñir); salvo ella. Así que, ¿qué puede hacer la única chica de la aldea? ¡Pues partir en busca del suyo, naturalmente! Cuando se cruza por casualidad con una misteriosa criatura que huye hacia el Bosque Encantado, la sigue y se interna por territorio inexplorado y totalmente prohibido. A ella se le unen sus hermanos Filósofo, Valiente y Torpe y con el malvado mago Gargamel siguiéndolos de cerca. El equipo pitufo emprenderá así un alocado viaje lleno de acción, peligro y descubrimientos, que los conducirá al mayor misterio de la historia Pitufa. Dirigida por Kelly Asbury, con la producción ejecutiva de Raja Gosnell y Ben Waisbren. La película, completamente animada, supone un regreso al tono y el estilo de las queridas creaciones del cómic de Peyo.

Mitch vive tranquilamente en Manhattan con su esposa y sus dos hijos, después de haber llevado una existencia aventurera en el Oeste; pero su vida da un vuelco cuando encuentra un mapa que señala el lugar donde se encuentra enterrada una gran cantidad de oro. Movido por su irrefrenable espíritu aventurero, decide regresar al salvaje Oeste, para localizar el tesoro. Lo acompañan su inseparable amigo Phil y su hermano Glen. (FILMAFFINITY)

Eté 1961 : Roger Maris et Mickey Mantle sont en passe de battre le record le plus convoité du base ball, celui de Babe Ruth qui a réalisé 60 Home run au cours de la même saison. Maris avec son franc parler est la tête de turc des chroniqueurs sportifs. Quant à Mantle, le golden boy de la ligue, il est adulé par ses fans. Les hautes instances du base ball annoncent que le record ne tombera que s'il est battu en 154 matchs maximum.